jueves, 23 de junio de 2011

La montaña de caca II

Y el hambre ese que tanto aqueja se acabará,
y el cielo y el suelo se abrirán en dos.

Las panzas repletas de futura caca explotarán de placer,
y un arcoiris negro,
violeta, marrón y naranja,
atravesará el aire de punta a punta,
y ya ningún cuerpecito potencialmente exterminador,
sucumbirá antes de lo debido.

Y creeremos haber encontrado la causa perfecta para bailar alrededor del fuego.
Gritaremos a coro:
¡Hemos acabado con el hambre!
¡Viva!
¡Alabados seamos!

Y ante la quietud de nuestros miembros,
asorados nos miraremos entre todos buscando el prometido bienestar,
pero no habrá nada más que quietud y muerte cacal,
pues no había de antemano,
ningún motivo concreto por el cual alimentarse.

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